Estos días de agosto que ya están llegando a su final, se me han pasado muy rápido,ya sea por lo quehaceres diarios dentro de mi rutina, ya porque las vacaciones en julio me hicieron soportar mejor el embate del calor y almacenar buenos recuerdos en julio hicieron agosto mas llevadero.
Se avecina septiembre, cargado de cambios que se avecinan.
Sigo caminando sin mirar demasiado atrás, con la esperanza fija en ir mejorando día a día mi estado de ánimo y con él mi confianza en el mundo.
Mis sueños son como nubes que van al cielo para luego caer en forma de finas gotas de lluvia.
lunes, 30 de agosto de 2010
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Que los cambios de septiembre sean para bien.
ResponderEliminarÁnimo.
Besos.
Esa es la idea, Amapola, atesorar los buenos momentos, descansar y mirar a la vida de frente, y cuando sea necesario, hacer que esas nubes de sueños te eleven sobre cualquier infortunio.
ResponderEliminarUn beso inmenso, amiga :)