No sé si volveré a poder
conectarme a ese mundo exterior
que se llena de primavera
y color,
desde mi diminuto mundo
de sentimientos
y a veces pesares y tristezas,
a veces desearía introvertirme
y volcar mi pequeño
mundo interior de sentimientos,
en todo lo que haga,
en papel, en colores,
en mi relación con los demás,
otras veces,
creo que mis sentimientos no importan
tanto,
en un mundo
con sus propias preocupaciones
y éso es lo que me lleva
a pensar
si me perderé dentro de mi misma,
por no tener la capacidad
de saber llegar a los demás.
Ésa idea me lastra,
lastra mi ánimo,
y deseo alejarla de mi,
quiero ser entonces
mi mejor amiga,
reconfortarme, y hacerme feliz,
hasta qué punto podemos vivir aislados
estando mal,
hasta que punto un pozo profundo
de amor propio puede sanarnos,
sin necesitar de nadie...
éso sería individualismo?
no lo sé.
¿ Hasta qué punto hemos
roto todos los puentes cuando nos
sentimos mal?
Me refiero a los puentes que nos
conectan con el mundo,
pero también con uno mismo,
¿ sería posible
una bonita unión con el mundo
tanto exterior como interior
donde haya sentido,
y nadie ni nada sobre, ni falte,
o es una utopía
y es el individuo
el que para sentirse bien
se tiene que enfrentar a ese mundo
" exterior e interior"
aparentemente hostil?
en competitividad
con otros individuos
que luchan por lo mismo?
Me cansa pensar esto,
y más en estas circunstancias,
sobrevivir, vivir,
ahogarse el lágrimas
o respirar felicidad.
Cuando todo parece quebrarse
como castillo de naipes,
economía, salud,
sociedad de bienestar
y la serenidad
del alma humana.