Vuelve a estar triste
mi corazón,
ha caminado dentro
de una lluvia de versos
sin fin,
acumulado lágrimas,
y por fin ha sonreído
a ése viento helado
que sí quiere ser mi
amigo,
aunque yo no lo noté,
él me escucha,
no soy una extraña
para él,
me acompaña,
y, extrañamente me cuida.