Mis baches anímicos son como pozos,
de los que a veces me cuesta salir,
desde donde no veo luz alguna,
y desde donde mis fuerzas se desvanecen.
Intento no perder de vista
la poca luz que me llegue,
pero voy hundiéndome
y perdiendo por momentos la esperanza,
hoy es uno dd esos días rotos,
rotos para borrar del almanaque,
rotos de tristeza
donde mi único alivio sería la lágrima,
y un llanto eterno.
Intento buscar la sonrisa de la vida,
en el propio aire que me rodea,
intento sonreír
al desierto
al que pertenezco
intento convertirme en viento
y olvidar que soy un ser humano,
no veo humanidad en sentir tanto dolor.