Atravieso días grises, donde presiento tormentas que no acaban de llegar.
Quizás sea la rutina que está aplástandome un poco el espíritu y necesito ver de nuevo el cielo azul sobre mi cabeza de nuevo.
Este año he vuelto a apuntarme al senderismo y al gimnasio, espero mantener al menos cierta constancia.
Otro de los retos de este año es el inglés que me hace bastante falta, así que tendré que sacar un poco de tiempo.
Tal vez demasiados proyectos, veremos a ver en qué se quedan.
Me resultan ya muy lejanas las pasadas vacaciones; y es que llevo tres fines de semana seguidos trabajando y además creo que los dos próximos puentes.
Vaya panorama que me espera, tendré que idear algo para desconectar, aunque sea hacer varios kilómetros en bici.
lunes, 6 de septiembre de 2010
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En lo relativo al trabajo siento lo mismo.
ResponderEliminarMenudo panorama.
Espero que esas tormentas no lleguen.
Besos.
Nunca son demasiados los proyectos, reina, mientras los haya, habrá vida y futuro.
ResponderEliminarGrises son los días de aquellos que no tienen ni trabajo, ni proyectos, es allí donde la tormenta se descargará con todas sus ganas...
En cuanto al trabajo, qué te puedo decir yo que aún no tuve vacaciones y poco menos que me arrastro del cansancio... ánimo, como otras veces, saldremos :)
Besotes giganes.