sábado, 9 de junio de 2012
El Aire.
El aire me envuelve
de ti
posándose en mis alas.
Y, cuando me besas
me elevo.
Pero tú no eres
el mar
ni el sol
ni mis sentimientos.
Pero existes
en mi
y los demás
lo notan
en el brillo
de mi mirada.
Y yo lo noto
en mis alas.
No hay sol
sin tu mirada.
Ni el mar
existe
si no es por ti.
En ese atardecer
desde la orilla
de mi alma.
Y yo te busco
en el Infinito.
al caer La Noche.
Y, siempre
vuelves a mi.
Con cada atardecer
junto al mar
desde el fondo del alma.
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Bueno, por otro poema más.
ResponderEliminarEste es de esta tarde, y acabo de pasarlo del papel al blog.
¡Qué precioso! El amor concebido desde el sentimiento, hecho ilusión y esperanza, transitando los caminos y desembocando en el alma...
ResponderEliminarUn beso gigante, Amapola.
Te están mimando las musas.
ResponderEliminarO el muso.
O quien sea.
Precioso poema.
Besos.
Gracias Liliana, me alegra leerte por aquí.
ResponderEliminarEspero que estés bién, un fuerte abrazo.
Gracias Toro,por tu visita.
ResponderEliminarSí , me está mimando, más bien el muso.
El poema me costó copiarlo, me llamararon dos veces por teléfono mientras tanto y otras cosas ,bueno, pero al final lo colgué en el blog.
Me alegro que te guste.
Ahora me hacen gracia "otras cosas" aquellas y la conversación de teléfono.
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