La vida no surge porque sí, la preceden cambios.
Tal vez estoy en un proceso de maduración y necesito sentir ese dolor que da la vida.
La flor necesita perder sus pétalos para dar su fruto, pétalos que se lleva el viento como esos sueños que se alejan.
Por otra parte el fruto necesita la savia de la vida para seguir creciendo, para alimentarse, y...por supuesto ...el sol .
Ahora no puedo quejarme, siento que el sol de mi corazón me ha madurado, y he crecido a duras penas, por mis cirscunstacias personales, a golpe de sol y de nublado, de lluvia y de sequía, ...pero no importa, no importa el proceso, al final lo que importa es el fruto y la vida que este encierra, para continuar expresando vida, aunque sea con dolor, el dolor de caer al suelo, para abrirse nuevamente a la tierra y dejar allí nuevas semillas cargadas de vida.
A veces , esta es la única forma que tiene la vida de expresarse, con dolor.
miércoles, 17 de marzo de 2010
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La palabra siempre puede ser el vehículo de bellos sentimientos. Un abrazo.