miércoles, 26 de septiembre de 2012
Hospital.
Mañana muy intensa, por temas familiares, ya pasó todo.
Ahora a esperar la evolución de los acontecimientos,esta tarde no vuelvo porque estoy agotada.
Sé que en esta entrada no cuento nada concreto, pero presiento que sería enormemente aburrido para cualquiera.
Y no me apetece aburrir a nadie.
Así que cambio de tema: allí me encontré de casualidad a viejos compañeros de trabajo, extrañamente se portarón muy amables conmigo, a pesar de pequeños roces que tuvimos en su momento.
Se interesaron por mi familiar y todo, me quedé un poco estupefacta. así que yo también me interesé por sus familiares.
Y todo quedó en simples intercambios, pero por lo menos me dió cierta tranquilidad, como si aún quedase humanidad en el mundo, a pesar de tantos y tantos egoismos, así que me sentó bien.
No hay mucho mas que contar, nada más que agotamiento.
Ya intentaré poner otras entradas mejores.
Besos.
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Descansa, que buena falta hace. Las horas de hospital son agotadoras; nada más que el estrés al que uno está sometido es más que suficiente para cansarnos.
ResponderEliminarCierto que cuando hay enfermedades, operaciones... por medio la gente su vuelve más humana y aparece la vena sensible. Creo que debería ser siempre así, no solo cuando las cosas no van demasiado bien.
Bss.
Espero amiga que esas actitudes no te marquen, al contrario, ...hay que estar preparadas para cualquier contratiempo que nos surja......besos corazón..
ResponderEliminarSupongo que es bueno que surjan, y también es normal que marquen.( Depende de la gravedad de la situación)
EliminarGracias.