Hoy empecé a ordenar los cajones de mi cómoda.
Esto que parece una gran tontería tiene un gran simbolismo para mí, creo que llevaba años sin organizarlos.
Siempre pensé que el día que empezase a oredenarlos sería como el principio del fin de mi depresión, sería como empezar a ordenarme a mi misma o simplemente empezar a ocuparme de mi misma, que suena mejor.
El caso es que no he terminado de ordenarlos, pero sí que he llenado una gran bolsa de ropa que no utilizaba, y esto me ha dejado más espacio vacío, que da gusto verlo.
Creo que en la vida nos pasa igual, que lo que hacemos en la vida cotidiana, y el querer mantener a toda costa lo que no usamos ocupa sitio y espacio que necesitamos para lo nuevo, y quizás es esto es lo que nos impide seguir creciendo.
miércoles, 12 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es una buena señal que te hayas decidido a hacerlo.
ResponderEliminarY si, en la vida ocurre lo mismo. Queremos perpetuar mil relaciones que ya han muerto. Es mejor ser honesto con uno mismo, aceptarse y seguir caminando con absoluta dignidad.
Besos y ánimo.
Creo que a mí me falta exactamente hacer lo mismo que tú has comenzado: ordenar los cajones de mi cómoda, y los de mi vida. Sigo escribiendo, que sin duda es lo que me gusta, pero debo mirar a otras partes, abrir bien los ojos.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo.
Tenés mucha razón, Amapola, ordenar nuestros propios cajones "interiores", organizarlos, desechar lo que no se usa y hacer espacio, es síntoma de que estamos dando lugar a un cambio importante, es decir, que estamos caminando.
ResponderEliminarHay que ver los cajones "verdaderos", de mi cómoda, puff, algún día encontraré un elefante adentro de ellos :)
Eso sí, juro que no tienen nada que ver con los de mi vida, por suerte tengo dos cómodas (la de adentro y la de afuera) bien separadas.
Me gustó el simbolismo que le has dado a una acción aparentemente simple.
Besotes, amorosa.