La sonrisa de mi sobrina, vuelve del recuerdo, para traerme un poco de alegría.
La semana pasada estuvieron aquí en mi casa pasando varios días mi hermana y su niña de tres meses.
! Qué alegre es la sonrisa de un niño, la hecho de menos¡.
A veces me resulta duro estar viviendo en otra ciudad que mis padres y hermanos, menos mal que existe el teléfono.
Y menos mal que tengo estos nuevos recuerdos, me vienen bien para fortalecer el espíritu antes los nuevos cambios que se me avecinan.
He decidido dar un giro al aspecto laboral de mi vida explorar otras áreas nuevas, casi partiendo de cero, y esto me asusta.
Después de largas temporadas de paro, quizás ya me había acostumbrado, no lo sé.
Algunas de mis pasadas penurias laborales, hicieron que perdiese la confianza en mi misma, y ahora dudo demasiado de todo, pero ya está tomada la decisión y tengo al menos que intentarlo, explorar nuevos horizontes, como un reto hacia mi misma y mi capacidad para el esfuerzo.
Y todo me asusta, pero tengo que seguir hacia adelante , con miedo o sin él.
En todo esto ha sido fundamental el apoyo de mi familia y seres queridos como la luz de una antorcha en medio de la oscuridad de la noche.
viernes, 14 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
es cierto llega un momento en que todo nos asusta. Odio el miedo a cambio de nada...
ResponderEliminarAdelante y buena suerte.
Besos.
Pues adelante con ello.
ResponderEliminarPon todo tu empeño.
Ánimo.
Besos.