Aún espero la ansiada primavera, el examen me dejó algo agotada y ahora empiezo a recuperarme. he retomado algo la vida social y mis viejas ilusiones.
Pero me cuesta , como a este invierno, dejar salir toda la vida que espera, supongo que es cuestión de tener paciencia, dejar que las cosas sigan su curso natural como las estaciones, esperar a que se vayan la nubes y salga de nuevo el sol.
Hoy hablé con mi madre por teléfono, me dió esperanzas desde la distancia, también hablé con mi hermana , le dije que para el puente me gustaría ir a verles de nuevo, coincide con su cumpleaños.
Reconozco que el estar en el paro repercute sobre mi estado de ánimo, pero al menos puedo disfrutar de ir a ver a mi familia, cosa que no podía hacer mientras trabajaba debido a la falta de días libres, a la falta de vacaciones.
No me puedo quejar mientras hay tanta gente rodeada de miseria, viviendo en la miseria, nosotros por lo menos tenemos para comer y un techo sobre nuestras cabezas.
Creo que hoy estoy muy sensible, intentaré cultivar esa gota de esperanzas en mi alma.
lunes, 15 de febrero de 2010
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La palabra siempre puede ser el vehículo de bellos sentimientos. Un abrazo.