En casa otra vez.
Con la rutina diaria y volver a las tareas domésticas más o menos compartidas.
Guisar, poner lavadoras , barrer, hacer la compra...todo poco a poco, el nivel que tenemos nos lo ponen las circunstancias, yo procuro hacer lo indispensable , porque si dejo que la casa me esclavice supongo que dejaría de estudiar.
Vivimos en una casa relativamente grande en un pueblo, quizás demasiado grande para los dos, mi marido y yo y dos mascotas , un perrito y una gata.
A pasar de todo la tenemos llena de trastos, porque cuanto más espacio se tiene más tiene a guardarse y, cuantos más trastos y amplitud más se dificulta las tareas de limpieza y orden.
A veces hecho de menos vivir en un pequeño apartamento para poder limpiarlo todo en 2-3 horas.
Pero por ahora esto es lo que hay y tendré que adaptarme lo mejor que pueda.
lunes, 9 de noviembre de 2009
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La palabra siempre puede ser el vehículo de bellos sentimientos. Un abrazo.