He estado tanto tiempo con altibajos o el suficiente tiempo en caída libre que he decidido que es hora de tocar la tierra con las manos.
Y no sólo con las manos , sino también sentirla bajo mis pies.
Este fin de semana ha entrado un poco de aire fresco en mi vida. He vuelto a areencontarme con la naturaleza y he posido observar un precioso atardecer.
Esto me ha hecho sentir que no debo desconectarme demasiado de mi entorno.
Necesito un poco de paz mental, y lucharé lo que sea por reconquistarla.
lunes, 3 de agosto de 2009
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La palabra siempre puede ser el vehículo de bellos sentimientos. Un abrazo.