Y desde la tierra voy caminando, con paso quizás muy lento.
Ha dejado de hacer calor, en esta mitad del mes de agosto, y esto se agradece, refresca el animo y espíritu, apetece un poco más salir.
Con este andar apusado, miro con cierta nostalgia hacia un pasado que no volverá , hecho de menos viejas ilusiones que ya son como un espejismo, sin embargo sigo esforázdome en buscar ilusiones nuevas y menos ambiciosas.
Tal vez estoy envejeciendo y no tengo grandes proyectos.
Simplemente vivir , dejar de intentar sobrevivir.
viernes, 14 de agosto de 2009
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La palabra siempre puede ser el vehículo de bellos sentimientos. Un abrazo.