Des-haciéndome,
 des- apareciendo,
 des-nutrida
 mi alma.
 Recorro desiertos,
 atravieso muros que nadie ve,
 y me voy lejos,
 con el viento,
 a la morada,
 de los casi muertos,
 me saludan fantasmas,
 Observó en el suelo
 clavada la espada de la desesperación
 mirando al cielo,
 buscando
 un imposible perdón,
 bajar a los infiernos
 no es un camino grato,
 charlo con diablos
 en coma etílico,
 quieren que en su entierro
 haya música fúnebre,
 y un bonito reloj de arena,
 que no hace tic tac,
 Voy regalando pañuelos
 entre infiernos y purgatorios,
 hay ratitos de cielos,
 para no pensar mucho,
 me saludan las aves, las nubes,
 un mar entero reposa dentro
 de mi corazón.
 Le digo adiós a la luna,
 fría y distante, silenciosa,
 pronto saldrá el sol .
 Las estrellas muertas de sueño,
 SE VAN a dormir,
 las arropó con una manta de lana
 qué lleva diamantes,
 el cielo negro,
 pareciera dormirse también.
 Me coge una mano
 el viento,
 Y LEJOS, aparece un lugar lleno
 DE luz y sueños,
 Suspiro, y levantó los ojos, hacia
 un sol amable, que da calor a mi corazón
 destrozado por la vida,
 y una lluvia de adversidad, que ahora intenta ...
ser mi amiga.