Tal vez estoy recuperando parte de mi vida, con mucho esfuerzo por mi parte. Ya no sé dónde están mis sueños, simplemente quiero ser feliz, y no es fácil. ( Aunqnue creo que estoy en el camino).
Próximamente tendré que tomar decisiones importantes, que tienen que ver con mis nuevos objetivos, desaperecen los horizontes y solo queda un extraño e intrincado camino, lleno de curvas sinuosas, precipicios y donde hecho de menos ver el horizonte, ese ansiado horizonte...
No sé hacia dónde me llevará este extraño camino, espero al menos no perderme a mi misma, y, auqnue haya perdido tantas cosas, recuperar al menos la esperanza de volver a ser feliz, solo eso, lo demás me da un poco todo igual...
La felicidad no está tan lejos, sólo que requiere un gran esfuerzo para llegar hasta ella, espero sólo poder tener fuerzas, savar energias de momentos de flaqueza y no derrumbarme en los imnumerables intentos por conseguirla.
Sólo necesito tener un poco de paz, y hay un largo camino para encontarla, espero no desanimarme demasiado por el camino.
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Ojalá que no te desanimes.
ResponderEliminarVenga, a caminar...
Besos.
Verás el horizonte, por supuesto que lo verás. Y será un precioso horizonte....
ResponderEliminarHola, como estas. Sé que sonaran desacordes mis palabras. Pero reconozco en mí sentir cuando intuyo una verdad, siento que tu felicidad está muy cerca y que no es parte del camino que describes.
ResponderEliminarEs más, si la pudieras ver tu camino no sería tan sinuoso.
(me siento re desubicado al hablar así si no te conozco pero ahí va…)
Estas re fuera de foco en tu vida, desde niña tomaste un rumbo equivocado y nunca lo corregiste.
En espíritu hay una niña cerca de ti, que te habla pero no la escuchas, no se quién es, es muy linda.
El problema no es que no tienes fuerzas para lograr tus objetivos, es que no ves tu camino. Demasiado haces llevando un peso enorme que no tendrías que cargar a un lugar que no tendrías que ir.
Mirá que la vida no es un camino solitario, solo lo es cuando vamos fuera de nuestro camino, lejos de los pasos que van por la senda que nos pertenece.