No hay canciones, solo la luz de una luna que me observa silenciosa.
Vuelven mis miedos, y desaparecen algunos de mis sueños.
Intento mantenerme de pie,y, aunque procuro no hacer demasiado rueido, aún escucho los latidos de mi propio corazón.
Lejos en la distancia existen desafíos que me esperan, y en el silencio de la noche me llegan los aromas de las flores de mi terraza, que extrañamente han florecido contrastando tanto con mi estado de ánimo y de ansiedad.
Quizás aún espero un milagro, no lo sé.
lunes, 25 de abril de 2011
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Pues muy bien, a esperar ese milagro. Nunca es tarde para creer en ellos. Siempre arriba y adelante, que las mejores cosas están por venir.
ResponderEliminarHermoso post.
Un abrazo grande
Florecerás.
ResponderEliminarTen fe.
Besos.
Vivir es una mezcla constante de sueños y pesadumbres. Es importante sentir intensamente cada uno de esos momentos para apreciarlos mejor. Todo lo que vivimos nos enriquece y nos ayuda a dar un paso más hacia la perfección.
ResponderEliminarGracias por tus visitas a mis blog y tus palabras.
Un abrazo