Ha trascurrido toda una semana intensa, después de la tempestad viene la calma, pero no es calma lo que intuyo que se avecina.
Siento que necesito aumentar mi rítmo de trabajo y no sólo en el estudio sino en todas esas otras cosas pendientes que me persiguen dentro de mi inconsciente.
Supongo que es hora de seguir creciendo, y aunque no se me presente un camino demasido fácil, por ahora siento que crece el ánimo en mi interior.
Y este ánimo he de cuidarlo y mimarlo , de su salud depende mi empeño en caminar.
lunes, 12 de octubre de 2009
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La palabra siempre puede ser el vehículo de bellos sentimientos. Un abrazo.