Vuelta a empezar.

Tras mucho tiempo sin estudiar en serio, he vuelto a repomar el ritmo y me está costando.

Ayer no sé cómo saque diez horas, hoy estoy realmente agotada.

Surgen amaneceres silenciosos en mi alma.

Es como si divisase una pequeña puerta al final de un largo y oscuro pasillo, una puerta pequeña y entreabierta, que deja pasar algo de luz y me mantiene encendida con una tenue esperanza.

He vuelto de mis vacaciones con mis padres, tres años hacía que no iba a visitarlos a su lugar de veraneo, en la playa, provincia de Cádiz.

El reencuentro con la vieja casa, ha sido casi como mirar hacia dentro de mí, y ver como inaplacable ha dejado sus huellas el paso del tiempo, la casa estaba igual, limpia y acojedora, pero las huellas del tiempo dejaron una marca imborrable: algunas baldosas del suelo de terrazo estaban erosionadas por la humedad, síntoma de vejez .

Estos pequeños detalles me hicieron reflexionar sobre el paso del tiempo, de la vida y como el tiempo trascurrido no vuelve atras.

Volví ha visualizar todos mis objetivos en la vida , desde casi mi adolescencia, adonde regresaron mis recuerdos en aquellas tardes de verano plácidas en aquella casa familiar de la playa,...habían cambiado muchas cosas.

Otras seguían igual en mi interior, quizás debido a las laslas temporadas de letargo, a mi larga enfermedad del ánimo de la que creo que puedo curarme...

Ha sido agradable, volver a ver a mis padres, más viejos como yo pero con el mismo amor.

Me han resultado cortas esas pequeñas vacaciones.