sábado, 22 de junio de 2013
Kilómetros.
Ayer caminé kilómetros sin cansarme casi, y desde la lejanía, observé como desde la pobreza de cualquier corazón, pueden verse riquezas y luces jamás vistas desde otro lado.
Y seguí caminando, y más tarde después de atravesar tinieblas, y liquidar a algunos de esos monstruos que, a veces me persiguen, Vi el amanecer de una mañana, limpia y fresca cargada de gotas de rocío, brillando como estrellas, que casi pude tocar, lo hice con los dedos de mas manos, Y en cada gota se reflejó un Mundo de Sueños, y en cada gota brillaba el Amor, que mi Corazón había Sentido cuando alguna vez Vivió.
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Tu corazón es un tesoro.
ResponderEliminarDe verdad.
El caminar y el cansarse nos abre los poros de la sensibilidad y terminamos por encontrarnos con nosotros mismos.
ResponderEliminarPrecioso Amapola.
A veces me gustaría ver a través de tus ojos Amapola.
ResponderEliminar¿Por dónde caminaste? Quiero ir.
Un beso.
Buen fin de semana.
Tu corazón late, siente, vibra. Es lo mejor que pudiste hacer, todos esos kilómetros te dieron una perspectiva diferente de ver las cosas. Muy buena idea Amapola!
ResponderEliminarBesos.
Siempre ocurre después de la tempestad viene la clama y la tuya es muy especial.
ResponderEliminarSaludos
Siempre ocurre después de la tempestad viene la clama y la tuya es muy especial.
ResponderEliminarSaludos
No sabes como me tocaste el corazón... Besos
ResponderEliminareres un tesoro un gran beso dulce amiga carlos
ResponderEliminardicen que las caminatas pueden aclararnos la mente, que son saludables... en tu caso te provocaron visiones hermosas, y al parecer tu corazón aún vive.
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