Mímalas !... así no te molestarán. Muchos besos. ¡Feliz día !
Eso hago. Te haré caso. Un beso.
Jajaja, eso remarca... Pues dejar que se aplaquen solas. Suele funcionar.Un beso :)
tienen vida propia...No se si podré. Un beso.
Las olas igual que bullen se calman... es solo cuestión de tener paciencia... Yo carezco de ella así que lo que hago es cabalgar sobre ellas... :)Muakssss guapa!!
Sí, es cuestión de calma, tinea razón¡¡Un beso.
A navegar Amapola!Ya amainará el viento.; )Besos
Jajaja, eres muy simpática, me encantó...Un beso.
Y por que no le cntas una nana , a ver si se relajan un poquito , y te dejan tranquila , te deseo una feliz tarde , besos de Flor.
No te sulfures, las olas llegan y se van
No sé yo cómo se trata a las olas, el mar para nosotros es algo muy lejano... UN abrazo
Es mar es independiente de las olas, son ellas las que viven en él. Bs.
Deja que te bañen las olas y se volverán más armoniosasBesosAndré
Acaricialas.
A veces las tenemos malcriadas.Habrá que coger las riendas, no para cabalgarlas sino para domarlas, Amapola.Fíjate que maravillas hacen cuando nos obedecen.Un beso
Tienes que ir menos a la playa, y más a la montaña.Besos.
Me gusta la montaña también. De verdad¡¡
Es que no tienes que hacer nada. Cada cual es como es. Y la compañía de cada persona es necesaria en tiempos distintos.
HAZ MERMELADA CON ELLAS, NO TENDRÁS QUE REVOLVERLA.ILDUARA
ya se tranquilizaranBesos
el mar es rebelde, si estás junto a el, que otra cosa puedes esperar?besos
Tienes razón, pero no estaría mal que se tranquilizara algo¡¡¡Solo por degustar un poco su paz. Un abrazo¡
No puedo comentar en tu blog, Juana, creo que me falla internet. Qué tostón¡¡Un abrazo,
mmm... a veces mientras menos casos les hagas, se calman solitas.Abrazo grande, Amapola!Y ánimo!
quizás no sea el mar el testarudo... ni sus olas...cariños!
Mónica, lo recocozco, yo también lo soy¡¡¡un beso¡Es verdad¡¡¡Mucho¡¡¡
El mar marca unas reglas para que le hagan caso si no le obedecen entonces se enfada y es peligroso cuando se enfada. Saludos
La palabra siempre puede ser el vehículo de bellos sentimientos. Un abrazo.
Mímalas !... así no te molestarán.
ResponderEliminarMuchos besos.
¡Feliz día !
Eso hago.
EliminarTe haré caso.
Un beso.
Jajaja, eso remarca...
ResponderEliminarPues dejar que se aplaquen solas. Suele funcionar.
Un beso :)
tienen vida propia...
EliminarNo se si podré.
Un beso.
Las olas igual que bullen se calman... es solo cuestión de tener paciencia... Yo carezco de ella así que lo que hago es cabalgar sobre ellas... :)
ResponderEliminarMuakssss guapa!!
Sí, es cuestión de calma, tinea razón¡¡
EliminarUn beso.
A navegar Amapola!
ResponderEliminarYa amainará el viento.
; )
Besos
Jajaja, eres muy simpática, me encantó...
ResponderEliminarUn beso.
Y por que no le cntas una nana , a ver si se relajan un poquito , y te dejan tranquila , te deseo una feliz tarde , besos de Flor.
ResponderEliminarNo te sulfures, las olas llegan y se van
ResponderEliminarNo sé yo cómo se trata a las olas, el mar para nosotros es algo muy lejano... UN abrazo
ResponderEliminarEs mar es independiente de las olas, son ellas las que viven en él.
EliminarBs.
Deja que te bañen las olas y se volverán más armoniosas
ResponderEliminarBesos
André
Acaricialas.
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ResponderEliminarA veces las tenemos malcriadas.
Habrá que coger las riendas, no para cabalgarlas sino para domarlas, Amapola.
Fíjate que maravillas hacen cuando nos obedecen.
Un beso
Tienes que ir menos a la playa, y más a la montaña.
ResponderEliminarBesos.
Me gusta la montaña también.
EliminarDe verdad¡¡
Es que no tienes que hacer nada. Cada cual es como es. Y la compañía de cada persona es necesaria en tiempos distintos.
ResponderEliminarHAZ MERMELADA CON ELLAS, NO TENDRÁS QUE REVOLVERLA.
ResponderEliminarILDUARA
ya se tranquilizaran
ResponderEliminarBesos
el mar es rebelde, si estás junto a el, que otra cosa puedes esperar?
ResponderEliminarbesos
Tienes razón, pero no estaría mal que se tranquilizara algo¡¡¡
EliminarSolo por degustar un poco su paz.
Un abrazo¡
No puedo comentar en tu blog, Juana, creo que me falla internet.
EliminarQué tostón¡¡
Un abrazo,
mmm... a veces mientras menos casos les hagas, se calman solitas.
ResponderEliminarAbrazo grande, Amapola!
Y ánimo!
quizás no sea el mar el testarudo... ni sus olas...
ResponderEliminarcariños!
Mónica, lo recocozco, yo también lo soy¡¡¡
ResponderEliminarun beso¡
Es verdad¡¡¡
Mucho¡¡¡
El mar marca unas reglas para que le hagan caso si no le obedecen entonces se enfada y es peligroso cuando se enfada.
ResponderEliminarSaludos