martes, 14 de enero de 2014
relato
Se ahogó en su propio líquido,al sacar la cabeza para respirar había desaparecido ya el mundo.
Sin embargo extrañamente estaba vivo...
Algo debió de salvarle , de perecer en aquella destrucción.
Así que se fué a su casa y se echó un muy larga siesta.
Pero no sonó el despertador, se le había quedado dormido...
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Bendito sueño que repara y nos evade de todo aquello que araña nuestro corazón.
ResponderEliminarAbrazos.
kasioles
Hola Amapola, buenas tardes,
ResponderEliminarcada tanto viene bien echarse una de esas siestas prolongadas,
Te deseo una fantástica tarde de martes
un beso y un cálido abrazo
¡Eres sencillamente buenísima ! tienes un estilo muy original.
ResponderEliminarMe encantó el relato.
Besos del alma.
Una siestecita descanso de la mente y un despertador que duerme para no despertarnos mientras nos evadimos de la amarga realidad, muchas veces nos ahogamos en nuestras propias amarguras, un relato para pensar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ambar
Como se nota que tomo " DORMIDA" no me extraña que desapareciese el mundo ¿ Qué durmió 100 años ? besos de flor .
ResponderEliminarNo lo se.
EliminarUn beso.
Depende del despertador.
Y creo que yo no me atrevería a despertarlo.
Un abrazo, gracias por tu visita.
Me encanta, eres genial, lo dices con sencillez, siendo tan difícil crearlo. Un abrazo
ResponderEliminarasí son los sueños nos hacen a veces olvidar y ver cosas preciosas nadamás.
ResponderEliminarSaludos
Qué aburrido debe ser quedarse solo en esta vida...
ResponderEliminar¡Uy soledad!
ResponderEliminarA veces nos intentan decir algo depende de como lo veamos.
ResponderEliminarSiestas que no alejen de la realidad, de vez en cuando, debemos echar alguna.
ResponderEliminarBesos
Soledad, lagarto lagarto
ResponderEliminarBesos.
Solo con su propia soledad, debe ser algo terrible darse cuenta de que uno se ha quedado completamente solo, más bien diría que es terrorífico.
ResponderEliminarBesos!