lunes, 19 de agosto de 2013
apilados
a la derecha todos los árboles
se alzaban en geometría singular
casi apretados , diría yo
aunque lo suficiente
para poder respirar
y a la izquierda la misma
geometría de troncos
bien cortados
por la misma mano humana
que sembró aquellos
mismos arboles ,
esos tristes álamos
luego el sendero,
el camino
y el Riachuelo
que sonreía
desde una sombra en el atardecer
al sol de mi alma.
y sí, me mojé los pies,
pisé el agua, vi las truchas
y luego me envolvió la música
la misma música
de siempre.
Un abrazo.
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Bueno, esa entrada es muy poco poética, un abrazo.
ResponderEliminargracias a todos los-as que me leéis, o habéis leído alguna vez. Un abrazo.
Sí, la tarde estaba muy tranquila, lo reconozco. Feliz semana.
Pero bueno, las truchas vivas eran muy bonitas y el agua estaba muy fresquita, eso es verdad¡
ResponderEliminarBesos¡¡
Y el paisaje muy bello, lo reconozco.
Dicen que las truchas al horno son exquisitas Amapola jaja. Bue, está bien, no las saquemos de la poesía que ahí tienen más encanto.
ResponderEliminarPobres árboles, siempre la mano del hombre.
Un beso
Sécate bien los pies, acá hace frío
que tengas un excelente comienzo de semana . un gran beso carlos
ResponderEliminarMe gustan las truchas con pintitas de colores...o sería rayas de colores...en el agua...me gusta verlas nadar de un lado a otro...creo que eso hacen o será que no son las mismas
ResponderEliminarMe gusta tus escritos besos
Que rico es tener los pies en el agua y si es en un riachuelo más.
ResponderEliminarUn beso.