mirando al mar

(1)

Igual que el colibrí
va hacia el
nectar de las frutas
y no pierde el
equilibrio en sus
aleteos
imposibles,
así un alma no
pierde el olor ni
la esencia de
de que realmente
es.

Dejando un perfume
de Amor en cada flor que ve,
y en cada árbol del camino
cuando escucha
su respiración.


(2)

Me tiraría al mar
de cabeza
al mar, si supiese
que cada Ola
que me observa
respetaría mi
Esencia, y el Espíritu
eterno que me habita ,
Si eso fuera así me
me convertiría en mar,
arena y estrellas al mismo tiempo,
sólo para pronunciar el nombre
prohibido
que habitó mi corazón
durante tanto tiempo, pero no lo sé
por eso simplemente me conformo con
escuchar el ronroneo de las olas
frente a la orilla de mi alma.