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viernes, 14 de mayo de 2010

El secreto de mi terraza.

Desde que nos mudamos a esta casa después de cinco años,( después de vivir de alquiler aproximadamente otros cinco), fuí desarrollando cierta aficción a la jardinería en macetas, gracias a una terracita orientada al sur y un pequeño patio orientado al norte.

Así mi pequeña terraza fué cobrando vida y color al par que mi estado de ánimo era el propicio para cultivos, riegos y transplantes.

Así fueron pasando las estaciones y los años, con sus inviernos y primaveras, y la terraza, uno de mis hobbis preferidos, iba notando todos los avatares de mi vida, mostrando desde un pertinaz abandono cuando estaba sin tiempo libre o sin animos , a una gran variedad de colorido en mis mejores épocas de dedicación, y es que la terraza era mi pasión.

Y recuerdo como en aquellos tiempos iniciales de mi aficción me pasaba horas en la terraza, tanto al atardecer como por la mañana, solo para ver crecer mis plantas, y cualquier cambio experimentado de un día a otro.

Más tarde empezaron los pequeños abandonos, a veces por falta de tiempo libre ,otras por falta de animos, en los que las plantas languidecían.

Y; volviendo al presente, el último invierno, con sus heladas , nieves y lluvias acabaron en el abandono total, tanto que pensé que algunos ejelmplares no volverían a brotar.

El más misterioso de los casos el el de una higuera bonsai, ..., aún no entiendo como sobrevivió a este crudo invierno, y no sólo por la temperatura, sino por las condiciones de abandono en las que vivía...

Para empezar, estaba en un tiesto algo ridiculo( pero esto es lo normal en un bonsai), ..., pero eso no era lo peor, lo peor era que le sustrato se había ido esfumando con el agua de cada torrencial lluvia de manera que casi no tenía tierra..., y es que así daba un aspecto de lo mas lamentable, casi rozando lo cadavérico.

Por esto cual no sería mi sorpresa cuando vi asomar esta primavera las primeras hojas verdes, ..., me apresuré a sustituir la tierra perdida ..., fue un remedio poco consistente , lo reconozco, lo suyo era establecer un trasplante en toda regla,... y así estamos, con la higuera que ha tirado para adelante, sin trasplante ni nada, con cada día nuevas hojas verdes.


Bueno, ese el misterio de la higuera que no es ningún secreto mientras el secreto de mi terraza tal vez sea lo que representa, algo conectado con mi vitalidad interior,..., y es extraño esto, tampoco tengo tanta energía, será que alguien me está ayudando; Todavía queda por hacer, aún no he terminado con la terraza.

4 comentarios:

  1. Yo diría, querida Amapola, que es el secreto de la vida, y la Naturaleza es más sabia que el hombre para defender a sus hijos. De la misma forma, la higuera, percibe tu necesidad de afecto y hace lo imposible por brindártela... ¡Es hermoso!

    Un besotes gigante.

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  2. Estoy de acuerdo con Liliana G es el secreto de la vida el que obró el milagro en tu higuera bonsai. Creo que es una plantita o un árbol verdaderamente resistente que se aferrará a la vida y a todo el cariño que le des...
    besos.

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  3. Espero que también tu florezcas pronto.
    Besos.

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  4. Aunque parezca que todo está ya perdido, siempre queda un pequeño suspiro de luz que nos ata a la vida, e igual que le pasó a la higuera, nos pasa a los humanos.
    Estoy segura de que tu higuera este año brillará con más fuerza. Yo también me he sorprendido con las plantas que tengo, después de todas las heladas y el crudo invierno que han pasado, ahora están llenas de vitalidad y flores, y están muchísimo más hermosas que el año pasado.
    Espero que tú también te llenes de vitalidad y alegría esta primavera.
    Un abrazo

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La palabra siempre puede ser el vehículo de bellos sentimientos. Un abrazo.